Tu piel es el órgano más grande y protector de tu cuerpo, una barrera asombrosa que te acompaña a lo largo de toda la vida. Pero, ¿te has fijado cómo cambia con los años? Un día, brotes rebeldes en la adolescencia; otro, sequedad inesperada o esas primeras líneas de expresión. ¡No te preocupes! Estos cambios visibles y palpables suelen estar conectados con algo mucho más profundo y femenino: tus hormonas.
Los cambios hormonales son una parte completamente natural de la vida de cada mujer. Pueden influir en absolutamente todo, desde la producción de grasa hasta el tono, la sensibilidad y la increíble capacidad de recuperación de tu piel. Comprender esta danza hormonal puede transformar la forma en que cuidas tu piel, haciéndolo de forma mucho más inteligente y beneficiosa.
Sigue leyendo para descubrir la fascinante conexión entre tus hormonas y tu piel, y qué puedes hacer para mantenerla sana y radiante, ¡sin importar la edad que tengas!
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La pubertad es una etapa de rápido crecimiento y emociones intensas, una verdadera montaña rusa hormonal que tu piel siente de lleno. “En la pubertad, los cambios hormonales estimulan las glándulas sebáceas de la piel, lo que puede provocar acné”, explica la Dra. Jessica Leibhart, especialista en obstetricia de Banner Health. Además, es común notar un aumento de la sudoración, mal olor corporal debido a las bacterias, e incluso un oscurecimiento de la piel en ciertas zonas donde las hormonas están más activas. También puede aparecer vello en nuevas áreas como axilas y pubis. Son cambios normales, pero que pueden impactar en la autoestima.
Consejos para el cuidado de la piel en la adolescencia:
El embarazo es una etapa de transformación profunda para todo tu cuerpo, y tu piel no es la excepción. “Casi todas las mujeres embarazadas presentan un aumento de la pigmentación de la piel debido al estrógeno y la progesterona”, comenta la Dra. Leibhart. Es muy común la aparición de la “línea negra” que desciende por el centro del vientre.
También puedes notar melasma, conocido popularmente como la “máscara del embarazo”, que se manifiesta como manchas oscuras en el rostro. Este último afecta hasta al 75% de las embarazadas y suele desaparecer después del parto, aunque existen tratamientos (aclaradores, peelings químicos, láser) disponibles una vez que el bebé ha nacido. Las estrías o “estrías gravídicas” son otra preocupación frecuente. “Suelen aparecer alrededor del sexto o séptimo mes de embarazo”, añade la Dra. Leibhart, “las verás en el vientre, los senos y los muslos”.
Rutina segura de cuidado de la piel durante el embarazo:
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Incluso fuera del embarazo o la menopausia, tu ciclo menstrual puede influir notablemente en el aspecto de tu piel cada mes. Los niveles de estrógeno y progesterona suben y bajan a lo largo del mes, creando un patrón que tu piel refleja.
En los días previos a la menstruación, la disminución de estas hormonas puede provocar que tu piel se sienta más grasa, con poros obstruidos y brotes de acné, especialmente alrededor de la mandíbula y el mentón. Por otro lado, es posible que notes que tu piel luce su mejor versión alrededor de la ovulación, cuando los niveles de estrógeno alcanzan su punto máximo. Durante esta fase, tu piel puede mostrarse más clara, con un tono más uniforme y una luminosidad envidiable.
Consejos para el cuidado de la piel basado en ciclos:
Hacer un seguimiento de tu ciclo puede ser una herramienta poderosa para estar un paso adelante y ajustar tu rutina de cuidado de la piel de manera efectiva.
A medida que las mujeres envejecen, los niveles de estrógeno comienzan a disminuir, un proceso que suele iniciar alrededor de los 40 años y continúa hasta la menopausia. Esta etapa trae consigo cambios importantes para la piel, que puede volverse más fina, seca y sensible.
“El estrógeno ayuda a mantener la piel firme, hidratada y elástica”, explica la Dra. Leibhart. “Cuando disminuye, se puede notar sequedad y sensibilidad cutánea, adelgazamiento de la piel y el cabello, y un aumento del vello facial. La menopausia también puede provocar que la piel sea más propensa a los hematomas e incluso un retraso en la cicatrización de heridas”.
Cuidado de la piel para apoyar el envejecimiento:
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No todos los cambios en la piel son simplemente parte del proceso normal de envejecimiento. Algunas condiciones médicas que implican desequilibrios hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o los trastornos tiroideos, pueden manifestarse directamente en tu piel.
“En el SOP, el aumento de andrógenos puede causar piel grasa, acné quístico, verrugas cutáneas y vello facial no deseado (hirsutismo)”, explica la Dra. Leibhart. “Los problemas de tiroides también tienen un impacto notable: el hipertiroidismo puede causar piel húmeda y enrojecida, mientras que el hipotiroidismo puede hacer que la piel se vuelva seca, áspera y pálida”. Si tus problemas de piel vienen acompañados de síntomas como ausencia de menstruaciones, cambios drásticos de humor o cambios significativos en el crecimiento del cabello, es crucial que consultes a tu médico. Podría ser la señal de una afección subyacente que requiere atención profesional.
No podemos detener el flujo natural de los cambios hormonales, pero sí podemos elegir productos y hábitos de cuidado de la piel que se adapten y apoyen a nuestro cuerpo en cada etapa.
Ten cuidado con los disruptores hormonales ocultos: Algunos productos de uso diario contienen sustancias químicas que pueden alterar tus hormonas, conocidos como disruptores endocrinos. “El sistema endocrino controla hormonas importantes para el crecimiento, la fertilidad y la reproducción”, explica la Dra. Leibhart. Estos disruptores se pueden encontrar en envases de alimentos, maquillaje, alfombras e incluso juguetes, y puedes exponerte a ellos a través del aire que respiras, lo que toca tu piel, los alimentos que comes y el agua que bebes.
Lo que puedes hacer:
Finalmente, ten precaución con las tendencias de cuidado de la piel populares, como el “slugging” o el “ciclo cutáneo”. Aunque pueden funcionar para algunas personas, podrían no ser adecuadas para pieles sensibles o en un estado de cambio hormonal. Escucha a tu piel y ajusta tu rutina según sus necesidades.
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A veces, la piel necesita más que una rutina de cuidado en casa o un producto de venta libre. Si tu piel cambia repentinamente, te causa dolor, vergüenza o simplemente no mejora con los cuidados habituales, es momento de consultar con un dermatólogo o un especialista de Banner Health. Ellos podrán ayudarte a identificar la causa subyacente y ofrecerte un tratamiento adecuado.
“Si notas alguna zona áspera y escamosa (que podría ser precancerosa) o lunares que cambian de tamaño, forma o color, asegúrate de revisarlos de inmediato”, advierte la Dra. Leibhart. “Siempre es mejor prevenir que lamentar cuando se trata de la salud de tu piel”.
Los cambios hormonales son una parte normal y esperada de la vida de toda mujer, y tu piel es un reflejo directo de ellos. Con hábitos adecuados de cuidado de la piel y eligiendo los productos correctos, puedes cuidar tu piel en cada etapa de tu vida, desde la adolescencia hasta los 50 años y más allá. Escuchar a tu cuerpo y a tu piel te permitirá mantenerla saludable y radiante a través de cada transformación.
Si en algún momento sientes que algo no está bien o tienes inquietudes sobre los cambios en tu piel, no dudes en hablar con tu médico o con un especialista en salud de la mujer. ¡Tu bienestar es lo más importante!