Este pequeño conejo blanco se ha hecho famoso en poco tiempo. Y no por su tamaño ni por los besos que le da a su dueño, sino por las ruedas que le permiten andar.
Wheelz [ruedas, en inglés] tiene parálisis en las patas traseras. Un agricultor de la granja neoyorquina Overlook Acres lo encontró “rígido y medio congelado”, pero sorprendió a todos con su rápida recuperación.
Pasados unos días, lo único que no movía eran las patitas de atrás, pero “se las arreglaba para arrastrarse por el suelo y se deslizaba más rápido que sus compañeros”, cuentan orgullosos desde la cuenta de Facebook de la granja. Entonces, decidieron comprarle unas ruedas con las que el animal se maneja de maravilla, como se puede comprobar en el vídeo:
“A veces, la vida en la granja te obliga a tomar decisiones difíciles… como sacrificar a un animal porque su calidad de vida ya no es lo suficientemente buena. Sin embargo, en Overlook Acres hacemos lo que podemos. En las últimas semanas nacieron seis camadas de conejitos. Murieron muchos debido a las gélidas temperaturas del norte del Estado de Nueva York. Pero gracias a Christine Griffith sobrevivieron algunos, a los que cuidó y dio el biberón. Descubrí a este pequeñín en el granero rígido y medio congelado, así que lo pasé dentro. Después de unos días de calor, empezó a comer normal, pero no podía mover las patas traseras. Parecía que tenía una parálisis de cintura para abajo. Normalmente esta circunstancia nos habría hecho sacrificar al animal para acabar con su dolor, pero parecía que a él no le dolía nada. Se las arreglaba para arrastrarse por el suelo y se movía más rápido que sus otros compañeros. Así que a Christine se le ocurrió comprar un monopatín de un dólar y fabricarle una mini silla de ruedas. Él está tan contento y le encanta su velocidad”.
