El fracaso escolar, los trastornos mentales, la delincuencia, el suicidio, entre otras cosas, son consecuencia de una baja autoestima.
La autoestima es el concepto y valor que tenemos de nosotros mismos. Es nuestra autopercepción. La baja autoestima es la causa de muchos problemas sociales y personales.
La autoestima se construye con tres pilares:
Sin embrago, la autoestima es algo que va evolucionando a lo largo de nuestro desarrollo; es por esto que, sobre todo la infancia y la adolescencia, son etapas fundamentales para fomentar y propiciar una buena autoestima en los niños.
Muchas veces los padres pueden dañar la autoestima de sus hijos con ciertas acciones o comentarios.
La forma en que etiquetes a tu hijo, la asumirá como verdadera. Si con recurrencia lo criticas y lo etiquetas diciéndole “eres un mentiroso”, “en ti no se puede confiar”, “eres tonto”, etc., terminará por creérselo y la imagen que entenderá de sí mismo estará cargada de negatividad.
Cuando comparas a tu hijo con otras personas, ya sea su hermano, primo o compañero de la escuela, inculcas la rivalidad y resentimiento. Pasas por alto su valor como persona y el talento que posee, y fomentas sentimientos de envidia e inferioridad.
Emitir comentarios con cierta burla, crítica o minimización de su sentir, más cuando su sentir es negativo, desvaloriza sus sentimientos. Esto lo hará entender que sus problemas y su estado emocional no importan.
Si constantemente recalcas y recuerdas sus equivocaciones o fallos, le quitas la posibilidad de aprender de ellos. Necesitamos equivocarnos para aprender. Asumirá su imagen como un fracasado.
Si tu hijo recibe constantes rechazos de amor y atención, comenzará a pensar que no merece ser amado y que no vale lo suficiente. Esto le generará problemas en distintas etapas de su vida para entablar relaciones sociales de cualquier tipo.
Exigirle a tu hijo cosas que están fuera de sus capacidades trae consecuencias negativas, pues al no lograr cumplir tus expectativas se sentirán frágiles, frustrados, fracasados. Esto les generará miedo a ser rechazados al no cumplir algún objetivo.
Fomentarás un niño inseguro y ansioso.
Los niños con baja autoestima no se sienten integrados, queridos o aceptados en su familia. El gran problema de esto es que con facilidad podrían buscar pertenecer a otros entornos, sin ser los más adecuados o saludables.
También, como consecuencia de no tener confianza suficiente en sí mismos, suelen tener deficiencias y problemas en el ámbito escolar y social. Así puedes elevar la autoestima de tu hijo.
Cuidar tus acciones como padre en razón de la autoestima de tu hijo, propiciará que sea una persona que:
