El Día Internacional del Arroz se celebra cada 31 de octubre como una forma de reconocer la relevancia de este cereal en la alimentación global. Más de la mitad de la población mundial lo consume a diario, y en México es un acompañamiento infaltable en la mesa. Sin embargo, a pesar de su presencia constante, cocinar arroz correctamente sigue siendo un reto para muchos.
En esta fecha, se aprovecha para desmontar los mitos más comunes que rodean su preparación. Desde técnicas heredadas por generaciones hasta consejos virales en redes sociales, el arroz ha acumulado una serie de creencias que no siempre garantizan un resultado perfecto. El Día Internacional del Arroz es la oportunidad ideal para corregir errores y mejorar nuestras habilidades culinarias.
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¿Hay que lavar el arroz hasta que el agua salga cristalina?
Uno de los mitos más extendidos en la cocina mexicana es que el arroz debe lavarse hasta que el agua salga completamente clara. Si bien enjuagarlo ayuda a eliminar el exceso de almidón, hacerlo de forma obsesiva no garantiza una mejor cocción. De hecho, puede afectar la textura final del platillo, volviéndolo más seco o quebradizo.

La recomendación es lavarlo una o dos veces, dependiendo del tipo de arroz. Por ejemplo, el arroz jazmín o el basmati requieren menos enjuague que el arroz blanco convencional. En todo caso, lo importante es no exagerar y entender que el almidón también cumple una función en la textura.
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Mover el arroz mientras se cocina: error frecuente
Otro error común es mover el arroz mientras se cuece. Esta acción, aunque bien intencionada, puede romper los granos y liberar más almidón, lo que provoca que el arroz se bata o se vuelva pastoso. La mejor técnica es dejarlo cocer sin removerlo, permitiendo que el vapor haga su trabajo.
Este consejo aplica especialmente al arroz blanco y al arroz a la mexicana, donde el sofrito inicial y la proporción de agua son clave para lograr un resultado suelto y sabroso. En muchas cocinas, el impulso de revisar constantemente el arroz puede arruinar lo que sería un platillo perfecto.

¿El arroz se bate solo?
Cuando el arroz queda pegajoso o apelmazado, muchas personas lo atribuyen al tipo de grano o a factores externos. Sin embargo, la mayoría de las veces se trata de una técnica incorrecta. Cocinar arroz requiere atención a detalles como la proporción de agua, el tiempo de cocción y el tipo de recipiente.
Por ejemplo, usar una tapa que no selle bien puede provocar que el vapor se escape y el arroz no se cocine uniformemente. También es importante respetar los tiempos de reposo después de apagar el fuego, para que los granos terminen de absorber el líquido sin sobrecocerse.

Un básico con ciencia detrás
Aunque el arroz es un alimento cotidiano, su preparación tiene una base técnica que puede marcar la diferencia entre un platillo promedio y uno memorable. En el contexto del Día Internacional del Arroz, es una oportunidad ideal para reflexionar sobre cómo mejorar nuestras habilidades culinarias y romper con creencias erróneas.
Además, el arroz tiene un valor cultural profundo. En México, acompaña desde guisos caseros hasta celebraciones familiares. Saber cocinarlo bien no solo mejora la experiencia gastronómica, sino que también honra una tradición que ha sido parte de nuestra historia desde hace siglos.
Cocinar arroz perfecto no es cuestión de suerte, sino de técnica. Sigue explorando más consejos y curiosidades gastronómicas en nuestro sitio.



