El cerebro se atrofia si no te mueves, especialmente en la etapa adulta. La falta de ejercicio físico no solo impacta el cuerpo, también acelera el deterioro cognitivo, afecta la memoria y puede desencadenar enfermedades neurodegenerativas.
Mover los músculos activa procesos cerebrales esenciales. A partir de los 60 años, la actividad física regular puede frenar el envejecimiento del cerebro, mejorar la concentración y hasta revertir cambios estructurales. El ejercicio aeróbico genera transformaciones funcionales que mitigan el deterioro cerebral. La clave está en no quedarse quieto, aunque solo sea caminar unos pasos más cada día.

[Puede interesarte: Fortalecer tu cerebro]
¿Qué ocurre en el cerebro cuando no te mueves?
Cuando el cuerpo permanece inactivo, el cerebro deja de recibir estímulos que lo mantienen en forma. La falta de movimiento reduce la producción de neurotransmisores, limita la oxigenación cerebral y afecta la plasticidad neuronal. Esto se traduce en pérdida de memoria, dificultad para concentrarse y mayor riesgo de padecer Alzheimer u otras enfermedades neurodegenerativas.
Estudios recientes han demostrado que incluso diez días sin actividad física pueden provocar cambios negativos en el hipocampo, la región del cerebro encargada de la memoria y el aprendizaje. Además, se elevan los marcadores de proteínas asociadas con el deterioro cognitivo, lo que refuerza la importancia de mantenerse activo.

[Quizá te interese: Cómo cambia nuestro cerebro]
Actividad física: la mejor medicina para el cerebro
No necesitas correr maratones para cuidar tu salud cerebral. Caminar 30 minutos al día, subir escaleras o bailar en casa puede marcar la diferencia. Lo importante es mantener el cuerpo en movimiento. Recuerda: el cerebro se atrofia si no te mueves, pero también se fortalece si lo haces.
En muchas familias mexicanas, es común ver a los adultos mayores pasar horas frente al televisor. Cambiar ese hábito por una caminata al mercado, ejercicios suaves en casa o actividades como jardinería puede mejorar su calidad de vida. Incluso juegos de mesa que involucren movimiento ayudan a mantener el cerebro activo.

Consejos prácticos para empezar
- Establece una rutina diaria de movimiento.
- Usa apps o relojes inteligentes para medir tus pasos.
- Invita a familiares a caminar contigo.
- Realiza ejercicios de coordinación y equilibrio.
- Participa en grupos comunitarios de actividad física.
Además del ejercicio, mantener una alimentación balanceada, dormir bien y realizar actividades cognitivas como leer o resolver crucigramas complementa el cuidado cerebral. El movimiento es solo una parte del bienestar integral.
Mantenerse activo es clave para cuidar el cerebro. Sigue explorando más consejos de salud y bienestar en nuestro sitio.



