Expertos echan por tierra algunas falsas creencias sobre esta la vacuna contra la influenza, si tienes dudas de aplicártela, sigue leyendo.
Este año no la necesito, me vacuné el año pasado
“Los virus de la influenza mutan, y cada año surgen cepas nuevas”, señala Caroline Sullivan, enfermera y profesora de enfermería en la Universidad Columbia, en Nueva York. “Los estudios han mostrado que la capacidad del sistema inmunitario para combatir la influenza a través de la vacunación o de modo natural, disminuye con el tiempo”.
Ya es tarde para vacunarme
La temporada de influenza empieza en octubre y puede prolongarse hasta mayo; si para finales de enero o febrero aún no te has vacunado, te recomendamos que lo hagas a pesar del retraso.
Ya me dio influenza este año, no tiene caso que me vacune
¿Estás seguro de que fue influenza y no otra cosa? “Son muchas las infecciones que pueden confundirse con esta”, dice Ali Mileski, enfermera de un hospital de Nueva York. Además, incluso si la hubieras padecido, esa cepa en particular no te protege de otras.
Me dará una gripe fuerte
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), existen dos métodos para fabricar vacunas contra la influenza: con virus inactivados (y por lo tanto inocuos) o sin virus alguno. Algunas personas pueden experimentar febrícula y dolores musculares después de la inyección, pero esas molestias duran uno o dos días y son mucho menos intensas que las que ocasiona la enfermedad.
No podré hacer ejercicio el día que me vacunen
En realidad, ejercitarse antes o después de la inyección podría estimular la producción de anticuerpos contra la influenza. Durante un pequeño ensayo llevado a cabo en la Universidad Estatal de Iowa, dos grupos de participantes se vacunaron contra la influenza.
Luego del procedimiento, algunos de ellos salieron a trotar o andar en bicicleta 90 minutos; el resto no se ejercitó. Al final el grupo con actividad física presentó dos veces más anticuerpos que el otro grupo.
Ya estoy muy grande
La vacunación es especialmente importante a partir de los 65 años, pues es entonces cuando se corre mayor riesgo de presentar complicaciones asociadas a la influenza. Según los CDC, se estima que, a últimas fechas, entre el 71 y el 85 por ciento de las muertes y entre el 54 y el 70 por ciento de las hospitalizaciones por influenza afectaron a dicha población.
Pregunta a tu médico por las vacunas diseñadas para personas de 65 años y mayores. La versión concentrada contiene cuatro veces más antígeno que la normal; en un estudio clínico, el número de infecciones registradas con este producto fue 24 por ciento menor que con la inyección normal.
Las vacunas con adyuvante o potenciador detonan una respuesta inmunitaria más intensa; según un estudio de observación, este medicamento resultó 63 por ciento más eficaz que la variante sin adyuvante.
¡La inyección duele!
Aunque parezca mentira, esto es motivo de angustia incluso entre los adultos. Una encuesta de la cadena de tiendas Target, conducida por la consultora Harris Interactive, dice que 23 por ciento de los adultos en EUA no se vacuna por miedo a las agujas. Pero el piquete vale la pena: te liberará del martirio de la influenza. Por ello, te recomendamos hacer lo que puedas para evitar las molestias.
“Tensar el músculo aumenta el dolor, así que trata de relajar el brazo y concentra la atención en tu respiración”, sugiere la doctora Amy Baxter, fundadora y presidenta de la empresa MMJ Labs.
