Error de percepción
Diálogo en las instalaciones de una escuela de equitación:
Mujer: Esos caballos me parecen muy grandes para mi hija.
Yo: No se preocupe, nuestros caballos son muy mansos.
Mujer: ¿No tienen uno pequeño? ¿Qué tal ése de allá? ¡Es del tamaño perfecto para mi hija!
Yo: Eh, bueno… ésa es una cabra.
Tomado de notalwaysright.com
Cuando estudiaba el primer grado en la universidad, mi compañero de cuarto pertenecía al Cuerpo de Entrenamiento para Oficiales de la Reserva del Ejército. Se apellidaba Basurto, y provenía de una familia de militares de abolengo; debido a esto, a veces se valía de su linaje para tratarme con prepotencia.
Una noche regresó al cuarto vestido con su uniforme perfectamente planchado y con una nueva placa de identificación en la mano. Cuando le pedí que me la mostrara, lo hizo a regañadientes. En grandes letras doradas estaba escrito: BASURA.
Gary Severson, Estados Unidos
Trabajo en una agencia de viajes, y un día una de mis compañeras necesitaba escribir y enviar una carta de disculpa a un cliente cuyo viaje había resultado un verdadero fiasco de principio a fin. Le recordé que un año antes habíamos pasado por una situación similar, y busqué en el archivo la carta que había escrito yo en aquella ocasión.
—Lo único que tienes que hacer es cambiar los detalles, la fecha y el nombre —le expliqué.
Mi compañera leyó la carta, sonrió, me hizo un guiño y anunció:
—¡Ni siquiera necesitamos cambiar el nombre!
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Un hombre decide que es hora de hacer su testamento y acude al despacho de una abogada para que lo asesore. La asistente lo conduce a la oficina de su jefa, pero, tres minutos después, se sorprende al verlo salir hecho una furia.
—¿Puedo ayudarle, señor? —le pregunta antes de que el hombre llegue a la puerta de salida.
—¿Ayudarme? ¡Esa mujer es una cínica! —exclama el sujeto—. Le pedí que me ayudara a escribir mi testamento, y ella contestó: “Por supuesto, permítame hacerle unas preguntas,
y luego me lo deja todo a mí”. Había oído decir que los abogados son codiciosos, ¡pero esto es el colmo!
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Tengo una amiga que es más agresiva en su trabajo de lo que ella piensa. Cierta vez, cuando acababa de pasar por su evaluación anual de desempeño, le pregunté:
—¿Cómo te fue?
—Mi jefe había escrito que soy autoritaria —dijo—, pero lo obligué a quitar eso de mi evaluación.
gcfl.net
Una maestra de primer grado no puede creer que una de sus alumnas no esté emocionadísima por el próximo Super Bowl.
—¡Pero si es un gran evento! —le dice—. ¿Por qué no te emociona?
—Es que no me gusta el futbol americano —responde la niña—. A mis papás les encanta el basquetbol, y a mí también.
—¡Vaya, qué excusa tan ridícula!—exclama la maestra con enojo—. Y si tus papás fueran unos tontos, ¿tú también lo serías?
—Claro que no, maestra —dice la alumna—. En ese caso, sería fanática del futbol americano.
