El Instituto Médico John Hopkins de Estados Unidos realizó un extenso estudio basados en resonancias magnéticas, que compara las lesiones de rodilla entre hombres y mujeres, análisis que reveló sorprendentes diferencias en los patrones de lesión, según el género y la edad.
Estos hallazgos pueden utilizarse para mejorar la evaluación de los riesgos y desarrollar estrategias de intervención temprana. Asimismo, fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica que se celebró en noviembre en Chicago.
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Al respecto, la doctora Jenifer Pitman, coautora del estudio y profesora adjunta de radiología en el instituto estadounidense en Baltimore, declaró que en los últimos años se han interesado más en las diferencias en las lesiones de rodilla entre hombres y mujeres.
Añade que la mayoría de las investigaciones anteriores se han centrado en los hombres, pero a medida que ampliaron su enfoque para incluir a las mujeres, observaron con mayor frecuencia que presentan diferentes perfiles de riesgo y son más propensas a sufrir lesiones distintas.
El estudio incluyó 13 mil 549 resonancias magnéticas de rodilla rutinarias consecutivas (realizadas entre 2019 y 2024) en cuatro centros de radiología ambulatoria afiliados al Hospital Johns Hopkins.
Los pacientes reportaron un dolor de rodilla como su principal síntoma. A su vez, los investigadores extrajeron las siguientes características de los informes radiológicos: desgarros o lesiones en los meniscos medial y lateral, ligamento cruzado anterior (LCA), ligamento cruzado posterior, ligamento colateral medial (LCM), complejo del ligamento colateral lateral y luxación del mecanismo extensor o femororrotuliana.
El LCA es un ligamento importante de la rodilla que conecta el fémur con la tibia y proporciona estabilidad, especialmente al girar, saltar, frenar bruscamente o cambiar de dirección. Las lesiones de este ligamento son comunes en el deporte y pueden causar dolor, inflamación e inestabilidad en la rodilla.
Los meniscos son piezas de cartílago en forma de “C” ubicadas en la parte interna (medial) y externa (lateral) de la rodilla que actúan como amortiguadores, amortiguando la articulación y proporcionan estabilidad. Los desgarros de los meniscos pueden ocurrir por lesiones por torsión o por desgaste gradual con el tiempo.
El análisis de resonancia magnética reveló que se observaron lesiones específicas con mayor frecuencia en hombres que en mujeres, incluidos desgarros de ligamento cruzado anterior solo, desgarro del ligamento cruzado anterior con desgarro del menisco medial o desgarro del ligamento cruzado anterior con desgarro del menisco lateral.
Ali Ghasemi, primer autor e investigador postdoctoral de Johns Hopkins, indicó que observaron más desgarros del ligamento cruzado anterior en hombres, especialmente en el grupo de edad de 20 a 40 años, algo que contradice lo publicado en la literatura.
Señala que estudios previos centrados en lesiones deportivas demostraron que las atletas jóvenes presentan mayores tasas y un mayor riesgo de desgarros del LCA; sin embargo, sus resultados muestran una prevalencia significativamente mayor de lesiones del LCA en pacientes varones en todos los grupos de edad.
Pitman teorizó que la discrepancia entre su investigación y estudios previos podría deberse a que ampliaron su enfoque más allá de las lesiones de rodillas relacionadas con el deporte. Los investigadores de Johns Hopkins estudiaron a todos los pacientes con dolor de rodilla, independientemente de la edad o la causa de lesión.
De esta forma, también encontraron que los desgarros de meniscos y del ligamento colateral medial ocurrieron con mayor frecuencia en hombres menores de 40 años y entre mujeres mayores.
En pacientes más jóvenes, comentó Ghasemi, los desgarros de menisco y ligamento colateral medial se observaron con mayor frecuencia en hombres, mientras que, en pacientes mayores, las mujeres tuvieron más desgarros de este tipo que los hombres, algo que les resultó inesperado.
Los hallazgos sugieren que las mujeres mayores son más propensas a sufrir lesiones que con el tiempo conducen a la degeneración de las articulaciones.
Para Pitman tanto hombres, como mujeres deben tomar precauciones para evitar lesiones de alto impacto, especialmente durante la práctica de deportes o actividad física, y las mujeres, especialmente las mayores de 40 años, deben prestar atención a la salud de las articulaciones y considerar incorporar entrenamiento de fuerza específico para ayudar a proteger sus rodillas a medida que envejecen.
Reconocer los patrones de lesiones puede ayudar a los radiólogos y médicos a adaptar los protocolos de imágenes, las evaluaciones de riesgos y las estrategias de intervención temprana para optimizar los resultados de los pacientes.
Para Pitman, la idea preestablecida de que las roturas del ligamento cruzado anterior son más comunes en mujeres jóvenes podría no ser cierta en todos los casos, y agrega que los radiólogos también pueden esperar observar patología meniscal y artritis con mayor frecuencia en mujeres mayores.
Señalar que los investigadores continúan su investigación sobre los patrones de lesiones de rodilla por género, analizando la información demográfica y el historial del paciente para comprender mejor las tendencias en los patrones de lesiones.
