La canela es una de las especias más antiguas y apreciadas en el mundo, conocida no solo por su exquisito aroma y sabor, sino también por sus amplios beneficios para la salud. Proveniente de la corteza interna de los árboles del género Cinnamomum, esta especia es un aliado tanto en la cocina como en la medicina tradicional. En este artículo, compartimos los conocimientos de Bailey Shupe , nutricionista registrado de Banner Health, sobre los diferentes tipos de esta especia, sus numerosos beneficios y formas sencillas de condimentar sus comidas.
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Existen varias variedades de canela, cada una con un perfil único que influye tanto en su sabor como en sus beneficios:
Conocida como “la canela verdadera”, es una de las más valoradas debido a su sabor suave y dulce. Su bajo contenido en cumarina, una sustancia que en exceso puede ser tóxica, la hace más segura para el consumo regular. Se utiliza comúnmente como decoración en bebidas y postres.
Es la más común en los hogares debido a su disponibilidad y bajo costo. Su sabor es más fuerte y su contenido de cumarina es significativamente más alto, por lo que su consumo debe ser moderado. Es ideal para recetas que requieren un toque más intenso de especias.
Originaria de Indonesia, esta variedad es conocida por su sabor suave y su color marrón rojizo. Es una opción asequible y versátil que combina bien con una amplia variedad de platos dulces y salados.
Procedente de Vietnam, destaca por ser extremadamente dulce y picante. Su aroma intenso la convierte en una elección ideal para platos como currys, guisos y postres sofisticados.
Es rica en compuestos bioactivos que contribuyen a sus beneficios para la salud. Contiene antioxidantes, como polifenoles, que ayudan a combatir el estrés oxidativo. Además, posee propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, lo que la convierte en un ingrediente clave para promover la salud general.
Puede mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre. Esto es especialmente beneficioso para personas con diabetes tipo 2. Agregar canela a las comidas puede prevenir picos de azúcar después de comer.
El consumo moderado de canela puede reducir los niveles de colesterol LDL (malo), triglicéridos y aumentar el colesterol HDL (bueno). Estos efectos pueden contribuir a disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Gracias a sus antioxidantes, la canela ayuda a reducir la inflamación crónica, que está relacionada con enfermedades como la artritis, el cáncer y trastornos cardiovasculares.
La canela tiene la capacidad de combatir bacterias, hongos y virus, lo que la hace útil para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir infecciones, especialmente durante la temporada de resfriados.
Algunos estudios sugieren que la canela puede proteger las neuronas y mejorar la función cognitiva. También podría tener un papel en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Puede aliviar problemas digestivos como hinchazón, gases y molestias estomacales. Además, sus propiedades antiinflamatorias benefician al tracto gastrointestinal.
Gracias a su capacidad para regular los niveles de azúcar en sangre, la canela puede reducir los antojos y promover hábitos alimenticios más saludables.
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Aunque la canela es segura para la mayoría de las personas cuando se consume en cantidades moderadas, existen algunas precauciones:
Es una especia versátil que no solo realza el sabor de los alimentos, sino que también ofrece numerosos beneficios para la salud. Desde mejorar la regulación del azúcar en sangre hasta apoyar la salud cardiovascular y digestiva, esta especia es un complemento valioso para cualquier dieta.
Sin embargo, es importante consumirla con moderación y consultar a un profesional de la salud antes de usar suplementos o aceites esenciales. Al incorporar la canela de manera adecuada, puedes disfrutar de sus propiedades mientras deleitas tu paladar.
