Pasarse de listo es un derecho adquirido de quienes buscan empleo. Las siguientes son algunas perlas, en las que el aspirante aseguró…
…ser un antiguo director ejecutivo de la empresa en la que estaba solicitando un puesto.
…haber ganado un Premio Nobel.
…haber trabajado en una cárcel, cuando en realidad estuvo recluido en un penal por un delito que cometió.
…haber sido despedido de otro trabajo “por accidente”.
Tomado de careerbuilder.com
Mi madre se fue a vivir a otra ciudad, y al poco tiempo hizo una primera visita al centro médico de la localidad. El doctor que la atendió revisó con cuidado todos los legajos que conformaban su extenso historial clínico, y al cabo de unos minutos la miró a los ojos y le dijo:
—Me da mucho gusto decirle, señora, con la más absoluta certeza, que luce usted mucho mejor en persona que por escrito.
Stephen Bryn, Canadá
Soy un maestro jubilado. En los días en que aún daba clases solía evaluar el grado de comprensión del lenguaje de mis alumnos pidiéndoles que formaran una frase con alguna de las palabras que yo mencionaba. Cierta vez a uno de ellos le tocó el término “supervisión”. El chico pensó durante unos minutos, y finalmente se le iluminó el rostro.
—“¡Superman tiene supervisión!” —exclamó frente a toda la clase.
Malcolm Winsor, Canadá
Pedidos patéticos de clientes
• El azul se ve bien, pero estaría mejor si pudiera ser un poco más anaranjado. Digamos, “azuranjado”.
• Nos encantaría que hicieran el trabajo gratis, pero, si no es posible, podemos ofrecerles 20 dólares.
• El logo luce bien, pero está demasiado grande. Por favor, háganlo 100 por ciento más pequeño.
• Para el anuncio, usen una foto de archivo de una mujer o una persona.
clientsfromhell.com
Supervisor: Este proyecto no es de los que podamos terminar rápidamente. Más bien es como una cebolla: tiene capas y capas que debemos ir quitando una por una.
Empleado: Sí, y seguramente nos va a hacer llorar y llorar…
notalwaysworking.com
Las conferencias telefónicas múltiples son estupendas si quieres oír a 15 personas preguntar al mismo tiempo “¿Qué?” desde el fondo de un pozo.
@bazecraze
Cierta vez mi primo Neil, quien es taxista, recogió a una pareja de edad avanzada en la entrada de un restaurante. Ya en el camino, la mujer se dio cuenta de que había olvidado sus anteojos en la mesa. Luego de pedirle a Neil que diera media vuelta y regresara al restaurante, el marido, muy molesto, reprendió a su esposa por ser tan distraída.
Al llegar al estacionamiento del restaurante, mi primo se ofreció a entrar y recoger los anteojos.
—Por favor, vea si también dejé allí mi bufanda —le pidió el anciano.
Jill Cohen, Reino Unido
Una mañana, cuando me disponía a salir de casa para ir a trabajar, le pregunté a mi esposa, Dana, quien estudió física atmosférica, si iba a llover o no. Como respondió que no lo sabía, le espeté:
—¿Qué clase de meteoróloga eres?
—De las honestas —contestó.
Eleodor Nichita, Canadá
