¿Qué contiene?
Las semillas de mostaza están repletas de fitonutrientes llamados glucosinolatos, que le dan su picante sabor. Entre los aportes a la salud se cuentan el de proteger contra el cáncer de colon y recto. Asimismo, se consideran una buena fuente de ácidos grasos omega 3, triptófano, selenio y magnesio. Las semillas de mostaza contienen altas dosis de mirosina y sinigrina, sustancias que fluidifican las secreciones y hacen más fácil su expulsión del organismo.
El remedio que da calor
Los herbolarios dicen que la mostaza es rubefaciente (causa enrojecimiento), es decir, estimula la circulación y genera un calor que calma cuando se la aplica sobre la piel. Como el chile, también privaría a las células nerviosas de la sustancia P, que transmite las señales de dolor al cerebro. Remojar los pies en agua caliente con un poco de mostaza en polvo es un poderoso remedio para muchos males: puede aliviar la congestión nasal, ayudar a bajar la fiebre y calmar un dolor de muelas, pues hace que la sangre vaya hacia los pies. Eso alivia la presión en los vasos sanguíneos de la cabeza, ayuda a descongestionar y aumenta la circulación.
Un remedio tradicional para la congestión consiste en aplicar una cataplasma de mostaza, preparada con semillas de mostaza machacadas y mezcladas con harina de trigo o maíz y un poco de agua. El aroma destapa la nariz y el calor aumenta la circulación sanguínea en el pecho y hace más fácil respirar. No hay que dejar la cataplasma demasiado tiempo (máximo, 15 minutos) para que no queme la piel. Antes de colocar la mostaza puedes aplicar una capa de vaselina para protegerla. Asegúrate de lavarte bien las manos después de manipular este remedio de mostaza y antes de tocarte los ojos, la nariz o la boca.
Ten cuidado si piensas consumir semillas de mostaza. Tienen un efecto laxante y pueden provocar vómito si se ingieren en cantidad suficiente (más o menos una cucharadita).
