¿Qué les da a las diminutas bailarinas y a las afables maestras de yoga su presencia segura?
Creemos que es la postura. No nos referimos a llevar la espalda recta, sino al tipo de postura flexible y relajada que mantiene sana la columna vertebral y te hace ver alta y delgada.
¡Es mejor ser una alargada hierba que se balancea con el viento que un poste clavado en el suelo! Párate con ambos pies plantados sobre el piso y las rodillas apenas dobladas. Sume el trasero, aprieta los músculos del vientre y relaja los hombros. Yérguete manteniendo la cabeza y el cuello alineados con los hombros. Permite que la columna adopte una curvatura natural y elegante: una concavidad en la zona lumbar y en el cuello, y una convexidad en los omóplatos.
En un estudio, los voluntarios calificaron a una mujer de 56 kilos con buena postura como más delgada que una de 47 kilos con los hombros caídos. En otro, las personas que se sentaban erguidas frente a su escritorio sostenían sus propias opiniones con más convicción. ¿El beneficio adicional? La buena postura te protege de dolores de espalda, cuello, caderas y rodillas, permite a los pulmones expandirse más cuando respiras, de manera que absorbes más oxígeno, e incluso posiblemente ayude con la digestión.
