Es una conmovedora y entrañable historia de tres mujeres que lograron demostrar que el talento y la inteligencia va más allá de géneros y razas.
En ese oscuro periodo de segregación de Estados Unidos de los años 50 en adelante, el cine ha encontrado el lugar idóneo para realizar películas emocionantes y conmovedoras.
Justo en esta etapa, pero enfocándose enteramente en la llamada “carrera espacial” –en la que EE.UU. y la URSS compitieron por demostrar su supremacía en términos de exploración espacial– se ubica Talentos ocultos, cinta que nos presenta la historia de tres destacadas mujeres que, gracias a sus habilidades en las matemáticas, programación e ingeniería, serán clave para las primeras misiones espaciales de la NASA.
Estos tres personajes, con sus batallas internas, con sus conflictos personales, tienen una lucha en común: el romper barreras, el superar obstáculos. Katherine busca ganar su lugar entre hombres, blancos y blancos racistas; Dorothy debe demostrar que es igual o más capaz que cualquier persona caucásica y Mary tiene el propósito de crear oportunidades para ella en donde no existan.
Presenta un diseño de producción increíble que realmente evoca a los Estados Unidos de los años 60. Desde los vehículos hasta las instalaciones de la NASA; desde el vestuario hasta la tecnología de la época, todo mezclado con un soundtrack que la convierten en un deleite visual que te transporta a una época tan colorida y emocionante pero al mismo tiempo tan aterradora y vergonzosa.
Ejemplos como Duelo de titanes (2000) e Historias cruzadas (2011), por mencionar sólo algunos títulos, se han ubicado en esta etapa de Estados Unidos llena de ese estúpido racismo y discriminación que tanto ha avergonzado a aquel país… y que, irónicamente, hoy, más que nunca, se respira en el aire de la nación gobernada por Donald Trump.
Hoy, más que nunca, historias como Talentos ocultos son tan necesarias para no caer en los mismos errores del pasado.
Arturo Magaña, tomado de cinepremiere.com.mx
