Es una buena fuente de vitamina C, B6 y A. Tradicionalmente se ha utilizado para ayudar en el tratamiento de problemas digestivos , controlar la diabetes, mejorar el estrés, etc.
Seguramente alguna vez has utilizado en tus platillos hojas de laurel para darle más sabor a tus comidas, pero es posible que desconozcas la gran cantidad de beneficios que se obtienen al preparar una infusión con él.
El laurel tiene un aroma bastante fuerte y contundente que contrasta con su sabor amargo, herbáceo y suave. Es una buena fuente de vitamina C, B6 y A. Es conocida históricamente por sus grandes propiedades medicinales. Aunque poco utilizadas, ya que si tiene ciertos riesgos asociados, pero que, en realidad, se pueden prevenir si se conocen bien.
Según los expertos de la Universidad de Agricultura de Faisalabad (Pakistan), la planta del laurel está llena de beneficios antioxidantes y es una buena fuente de minerales y fibras dietéticas.
Tradicionalmente, se ha utilizado para ayudar en el tratamiento de problemas digestivos e infecciones, controlar la diabetes, mejorar el estrés y prevenir el desarrollo de tumores y enfermedades cardiovasculares. Aunque en los últimos tiempos ha sido más conocida como buen potenciador del sabor en ciertos alimentos.
Estos son los beneficios reales del té de laurel hasta la fecha:
Según un estudio de ACS Publications, el laurel tiene propiedades antiinflamatorias gracias a que contiene eugenol, un componente que ayuda a reducir la inflamación de tu cuerpo en general, por lo que si lo tomas infusionado con agua, te hará sentir menos hinchada.
Ha sido utilizado en sesiones de aromaterapia para inducir un estado de relajación. Esto se debe a sus componentes orgánicos, como el pineno, que liberan aceites esenciales que ayudan a reducir el cortisol y, por lo tanto, nos liberan de la ansiedad.
Diversos estudios demuestran que los compuestos activos que contiene el laurel funcionan como un potente inductor del flujo gastrointestinal, que acelera la velocidad del proceso de digestión y actúa de protector a posibles lesiones que se produzcan en el aparato intestinal como úlceras o lesiones gástricas.
Por sus propiedades antioxidantes y por su gran aporte de minerales y vitaminas, tiene una relación directa con el estado que luce nuestra piel. Estimula la producción de colágeno y favorece la aparición de una piel más elástica, firme, tersa y luminosa. Además, favorece la cicatrización de las heridas según un estudio de National Center for Biotechnology Information que lo avala.
Al contener el potente componente antioxidante ya mencionado, el eugenol, protege a nuestro cuerpo de los radicales libres y además, según este estudio de MEDWELL Publications, también presenta propiedades fagocíticas.
Los investigadores han encontrado que el aceite extraído de las hojas de laurel es útil para contrarrestar las convulsiones inducidas en laboratorio. Se piensa que su efecto contrastante se logra a través se algunos de sus componentes como el eugenol, el pineno y el metileugenol. Estos conducen a episodios de sedación y control del deterioro motor.
Los efectos secundarios que tiene el consumo de laurel no son alarmantes pero sí conviene conocerlos. Principalmente han de tener cuidado las personas diabéticas, ya que está demostrado que puede reducir los niveles de azúcar en sangre, y deben abstenerse de tomarlo mujeres en fase de embarazo porque podría provocar un aborto. En ambos casos las consecuencias negativas solo ocurrirían con una ingesta excesiva del laurel, cosa que en circunstancias normales no se suele dar.
Es una infusión muy sencilla de preparar. Tan solo tienes que hacerte con una taza de agua y tres hojas de laurel.
Agregar laurel en las comidas diarias es la forma más segura (y también sabrosa) de poder disfrutar de todas sus propiedades. Si bien se usa en cantidades pequeñas es un complemento diario a la dieta que a la larga puede ser beneficioso.
Si se considera tomar en forma de suplemento o infusión para mejorar alguna condición concreta, siempre es preferible consultar antes con un especialista y no usarlo nunca en sustitución del tratamiento asignado.
Con información de Mejor con Salud y Clara
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