También puedes aliviar los síntomas presionando en el punto de acupuntura LI 11, que se encuentra en la parte externa del pliegue del codo.
Infección de garganta
Una infección viral o bacteriana puede darse en las amígdalas, laringe o faringe. Las infecciones suelen acompañarse de fiebre y dificultad para tragar. Llega a darse el caso de que alguna enfermedad grave, como el cáncer, produzca dolor de garganta o ronquera, así que debes acudir al médico si persisten las molestias. La medicina convencional no tiene cura para las infecciones virales de la garganta, pero si se trata de una infección bacteriana, como el estreptococo, es probable que necesites un tratamiento de antibióticos.
Qué puedes hacer
Las gárgaras de agua tibia con sal pueden ayudarte a calmar el dolor. El ajo, la col y la cebolla tienen propiedades antibacterianas. Bebe muchos líquidos, caldos e infusiones de hierbas. Una buena opción es el tulsi, también conocido como albahaca sagrada o morada (Ocimum tenuiflorum). Evita los azúcares refinados, la carne roja, las harinas blancas y la cafeína.
El tomillo, que tiene propiedades antivirales y antibacterianas, se utiliza en caso de infección de garganta; un viejo remedio casero consiste en masticar hojas frescas de esta planta varias veces al día. Otras hierbas que puedes beber en infusión son: saúco y mirra, por sus propiedades anticatarrales; llantén, por su capacidad de calmar la irritación de las mucosas, y salvia, por sus propiedades antibacterianas y antisépticas. Evita el tomillo, la mirra y la salvia durante el embarazo.
Sinusitis
Algunos de los huesos faciales contienen cavidades conocidas como senos que están forradas de mucosas. Cualquier condición que produce mucosidad —una alergia, por ejemplo— puede irritar las membranas de los senos. Si una bacteria las infecta, se presenta una sinusitis. Sus principales síntomas son:
- goteo y congestión nasal
- congestión y dolor en los senos nasales
- dolor de cabeza
- dolor de oído
- goteo posnasal.
La sinusitis va más allá de simplemente presentar bloqueos en los senos nasales, y debe ser tratada con antibióticos. Sin embargo, los remedios naturales pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Qué puedes hacer
Un viejo remedio es lavar los senos con agua tibia con sal, pues se trata de un eficaz desinfectante natural. Disuelve 1⁄4 de cucharadita de sal en una taza de agua tibia. Usa un rinocornio o inhala el agua con una fosa nasal e inclina la cabeza hacia un lado para que el líquido pase por el tabique. Deja que el agua salga por la otra fosa, y luego suénate la nariz. Repite del otro lado. Si esto te resulta incómodo, también sirve inhalar vapor.
Además, puedes alternar aplicaciones de agua fría y caliente. Comienza mojándote el rostro con agua tan caliente como la aguantes durante dos minutos, y luego con agua fría por un minuto. Sigue alternando entre fría y caliente durante 10 a 15 minutos.
Conjuntivitis
Cuando la conjuntiva —la cubierta transparente de los ojos— se infecta o sufre de una reacción alérgica, se inflama, y el ojo presenta:
- enrojecimiento y comezón
- sensación de cuerpos ajenos en su interior
- secreción amarillenta y pegajosa (si hay infección)
- secreción transparente (si se trata de una conjuntivitis alérgica).
La mayoría de los casos de conjuntivitis infecciosa son de origen bacteriano y hay diversas formas de contagio: de la mano al ojo; debido a los virus asociados con los resfriados, la influenza y el dolor de garganta; o por enfermedades como el sarampión. Para las infecciones se recetan gotas o pomadas con antibióticos, y para las alergias se sugieren antihistamínicos. Los problemas virales mejoran sin tratamiento.
Qué puedes hacer
Usa una torunda de algodón remojada en agua hervida tibia para limpiar la secreción de cada ojo. Coloca una bolsita de té húmeda y tibia sobre el ojo infectado duran- te 5 minutos; después coloca una bolsita de té húmeda y fría durante 2 minutos; se sugiere utilizar té de manzanilla o negro. Los taninos que se quedan en las bolsas ayudan a reducir la inflamación. Repite varias veces al día con bolsitas frescas.
Infección de vías urinarias
Las infecciones bacterianas pueden afectar cualquier parte del tracto urinario, desde la uretra (uretritis) hasta los riñones y la pelvis (pielonefritis), pero la infección urinaria más común es la inflamación de la vejiga (cistitis), cuyos síntomas incluyen:
- un constante deseo de orinar
- goteo
- dolor o quemazón al ir al baño
- sangre en la orina.
La mayoría de las infecciones de las vías urinarias se tratan con antibióticos o medicamentos.
Qué puedes hacer
Puedes evitar las infecciones de vías urinarias bebiendo mucha agua y vaciando la vejiga con regularidad (particularmente después de tener relaciones sexuales); además, debes prestar atención a la higiene personal. En un estudio realizado en México en 2007, se descubrió que las mujeres que tomaban 100 mg de vitamina C al día por tres meses presentaban 50% menos casos de infección que aquellas que no la consumían.
Se recomienda una infusión de hojas de llantén y tomillo al principio de la infección de vías urinarias. Las compresas calientes hechas con manzanilla y aceite esencial de árbol del té ayudan a calmar el dolor cuando se aplican en la parte baja del abdomen.