Si vas al baño menos de tres veces a la semana, te duele el estómago, o tienes hambre constante, puede ser porque a tu cuerpo le falta fibra.
¿Sientes que tienes un ladrillo en el estómago? Si tiene menos de tres deposiciones a la semana, es posible que esté estreñido, posiblemente debido a la escasez de fibra insoluble en su menú diario.
“La fibra insoluble no se puede digerir, por lo que ayuda a mover los alimentos a través del tracto digestivo más rápidamente, lo que ayuda a disminuir el estreñimiento”, dijo Neva Cochran, dietista con sede en Dallas. Agrega más fibra insoluble a tu dieta comiendo pan integral, arroz integral, semillas y frutas.
Las verduras ricas en fibra tienden a hacer que mastiques por más tiempo y te llenes, lo que disminuye la cantidad de alimentos que ingieres. Omite el lado de las papas fritas y prueba un lado de brócoli o lentejas al vapor.
Es fácil comer una porción de papas fritas en 60 segundos. Pero una taza de brócoli cocido tiene 5.1 gramos de fibra. Te hará masticar durante varios minutos.
Los alimentos bajos en fibra, como los refrigerios altamente procesados, lo dejarán muy insatisfecho. “La fibra soluble absorbe agua en el tracto digestivo y crea una sensación de saciedad”, dijo Cochran. Esto significa que una comida baja en fibra te hace sentir hambriento mucho antes que una comida alta en fibra.
Agrega legumbres a tu próxima creación de ensalada o espolvorea semillas de lino en tu próximo plato de avena. Ambos son excelentes fuentes de fibra soluble.
La fibra hace más que simplemente llenarte: también puede ayudar a reducir tus niveles de colesterol. La fibra soluble se une al colesterol en el intestino delgado, manteniéndolo fuera del torrente sanguíneo, dice Cochran.
Por supuesto, comer más fibra es solo uno de los muchos cambios en la dieta que pueden ayudar a reducir el colesterol. Prueba estos otros alimentos que naturalmente reducen el colesterol.
Puedes pensar que una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas es la forma de perder peso y estar en forma. Sin embargo, tu cuerpo necesita carbohidratos para funcionar de manera efectiva.
Una dieta baja en carbohidratos (y, por lo tanto, una dieta baja en fibra) puede hacer que te sientas cansado y con náuseas, según WebMD.
Otra forma en que la fibra es un superhéroe: puede ayudar a reducir el azúcar en la sangre. “Comer más fibra puede retrasar la absorción de azúcares del intestino delgado al torrente sanguíneo, lo que hace que los niveles de azúcar en la sangre aumenten más lentamente”, dice Cochran.
A medida que envejeces, puedes desarrollar dolor e irritación en el revestimiento del intestino grueso como resultado de las bolsas que se formaron y se inflamaron.
Los expertos plantean la hipótesis de que esta condición, conocida como diverticulitis, se correlaciona con una dieta baja en fibra, según WebMD. En casos severos, la diverticulitis también causa vómitos, fiebre, diarrea e hinchazón. Sin embargo, algunas personas con diverticulitis no muestran síntomas.
Tomado de rd.com 7 Clear Signs You’re Not Eating Enough Fiber
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