Según el National Institute For Occupational Safety and Health, para un cuarto de nosotros el trabajo es la principal fuente de estrés en nuestras vidas. Aquí te contamos algunas situaciones laborales que pueden estresarnos, y te decimos cómo evitarlas.
Los problemas en casa
Estás en tu escritorio intentando concentrarte, pero no dejas de pensar en tus problemas personales y terminas por distraerte y estresarte. Barbara Greenberg, psicóloga clínica y co-autora del libro “Teenage as a Second Language” dice que la clave está en poder pensar en una cosa sin dejar de lado la otra.
“Necesitamos desarrollar la habilidad de lidiar con varias situaciones al mismo tiempo. Puedes evitar que tu vida personal se mezcle con tu vida laboral si hablas con alguien sobre tu situación. Esto te permitirá estar por completo en el trabajo, pero sin dejar de lado tus otros asuntos pendientes”, dice ella.
No tienes espacio para distracciones
Aunque ames tu trabajo, necesitarás alejarte de él de vez en cuando para hacerte cargo de tus asuntos. Brie Reynolds, de Flexjobs, dice que “tener opciones laborales flexibles, como poder trabajar desde tu casa o cambiando tu horario, es una de las soluciones al estrés laboral ocasionado por las múltiples juntas y las reglas de oficina”.
En una encuesta de ellos mismos, el 89% de las personas opinaron que tener un horario más flexible les ayudaría a reducir su estrés.
Te estás ahogando en pendientes
Sí, se supone que estás ocupado en el trabajo, pero si te estás sintiendo abrumado entonces deberías poner un alto. Según Stress.org, el 50% de las personas con empleo pasan más de 12 horas al día en actividades relacionadas con su trabajo.
Si te encuentras en esta situación y con un montón de pendientes imposibles, quizá sea momento de delegarle algunas tareas a alguien más, recomienda la Dra. Greenberg. También recomienda hacer una lista de tus tareas pendientes para las tengas bajo control.
Te sientes en un cuello de botella
Ya sea que te sientas presionado porque haces todo increíble o porque simplemente no se te ocurre una buena idea para la siguiente campaña publicitaria, el estrés puede estar carcomiéndote.
La Dra. Greenberg nos dice: “si te sientes atrapado, busca formas de hacer tu trabajo más llevadero. Mueve bien tus fichas y haz algunos amigos. Encuentra algo que te haga sentir más cómodo en tu oficina. Uno o dos cambios pueden hacer toda la diferencia”.
Siempre estás a la deriva
Si tu trabajo es tan impredecible que no podrías asegurar seguir con empleo la siguiente semana, seguro sentirás que te carcome la ansiedad todo el tiempo. Según un estudio de CareerCast, la inseguridad laboral es un estresante bastante común.
Según la Dra. Greenberg, la clave está en construir una buena relación con tu supervisor. “Si se vuelven cercanos tendrás buenas fuentes de información y no serás víctima de los rumores. Saber en quién confiar es esencial”.
Sientes que no vales la pena
Cuando los empleados comienzan a sentir que no están tan preparados como sus compañeros o que no podrían competir con ellos, sus niveles de estrés aumentan y su confianza se va hasta el suelo.
La Dra. Greenberg dice: “si en verdad estás menos preparado que tus compañeros entonces piensa que estás en el escenario perfecto para actualizarte. Comienza con algunas lecturas. Piensa en esto de manera positiva”.
Deja de revisar tu correo
La tecnología puede facilitarte la vida, pero también te puede complicar la existencia, dice la Dra. Hodge, psicoterapeuta de Virginia.
“Lo bueno y malo del correo electrónico es que funciona las veinticuatro horas del día. Esto puede hacer que estés todo el día revisando tu bandeja de entrada. Si las notificaciones de tu correo te estresan o si descubres que las estás evitando, quizá haya algo que no te está gustando mucho. Mantenerte lejos del correo puede ser lo que necesitas cuando no estás en la oficina”, dice ella.
Tomado de rd.com 10 Sneaky Sources of Stress at Work—And How to Fix Them
