Si bien muchas veces se escucha que desayunar fruta es mejor que jugo de naranja, debido a que la bebida sólo aporta azúcares libres que aumentan el riesgo de obesidad, también hay estudios que hablan de sus beneficios, como el que mencionamos que habla de lo bueno que es para tu corazón.
Y es que hay una investigación, citada por la BBC, que ha demostrado que un consumo regular de jugo de naranja puede influir en la actividad de miles de genes dentro de nuestras células inmunitarias.
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Muchos de esos genes ayudan a controlar la presión arterial, calmar la inflamación y regular la forma en que tu cuerpo procesa el azúcar, lo que contribuye a mejorar la salud cardiaca a largo plazo.
¿Cómo influye el jugo de naranja en los genes y la inflamación?
Para la investigación, los científicos realizaron un seguimiento a adultos que bebieron 500 mililitros de jugo de naranja pasteurizado puro cada día durante dos meses. Después de ese tiempo, muchos genes asociados con la inflamación y la hipertensión arterial se habían vuelto menos activos.
Entre ellos NAMPT, IL6, IL18 y NLRP3, que suelen ponerse en marcha cuando el cuerpo está sometido a estrés. Otro gen conocido como SGK1, que afecta a la capacidad de los riñones para retener sodio (sal), también redujo su actividad.
Esos cambios coinciden con hallazgos previos que indican que beber jugo de naranja a diario puede reducir la presión arterial en adultos jóvenes.
El descubrimiento ofrece una posible explicación a por qué el jugo de naranja se ha relacionado con una mejor salud cardiaca en varios ensayos.
Este nuevo trabajo muestra que, a la vez que eleva el azúcar en la sangre, desencadena pequeños cambios en los sistemas reguladores del cuerpo que reducen la inflamación y ayudan a relajar los vasos sanguíneos.
Esto cobra sentido al considerarse que los compuestos naturales de la naranja, en particular la hesperidina, un flavonoide cítrico conocido por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pueden influir en los procesos relacionados con la hipertensión arterial, el equilibrio del colesterol y la forma en que el cuerpo procesa el azúcar.
Evidencia científica sobre sus beneficios cardiovasculares
La respuesta varió en función del tamaño corporal. Las personas con más peso tendían a mostrar mayores cambios en los genes implicados en el metabolismo de las grasas, mientras que los voluntarios más delgados mostraban efectos más fuertes sobre la inflamación.
Una revisión sistemática de ensayos controlados en la que participaron 639 personas de 15 estudios descubrió que el consumo regular de jugo de naranja reducía la resistencia a la insulina; es una característica clave de la prediabetes y el colesterol alto es un factor de riesgo establecido para las enfermedades cardiacas.
Otro análisis centrado en adultos con sobrepeso y obesidad encontró pequeñas reducciones en la presión arterial sistólica y aumentos en las lipoproteínas de alta densidad, a menudo denominadas colesterol bueno, tras varias semanas de consumo diario de jugo de naranja.

Señalar que aunque estos cambios son modestos, incluso las mejoras leves en la presión arterial y el colesterol pueden marcar una diferencia significativa si se mantienen durante años. A esto se le suma que, de acuerdo con una revisión reciente, el jugo de naranja influye en las vías relacionadas con el uso de energía, la comunicación entre las células y la inflamación.
También puede afectar a la microbiota intestinal, que cada vez se considera más importante para la salud cardiaca.
Si nos decantamos por jugo de naranja sanguina, basta consumirlo durante un mes para que aumente el número de bacterias intestinales que producen ácidos grasos de cadena corta. Estos compuestos ayudan a mantener una presión arterial saludable y a reducir la inflamación.
Las personas con síndrome metabólico son las que más pueden salir ganando. Una investigación con 68 participantes obesos demostró que el consumo diario de jugo de naranja mejoraba el funcionamiento del revestimiento de los vasos sanguíneos (función endotelial), esto es su capacidad para relajarse y dilatarse. Algo que se asocia directamente con un menor riesgo de ataques cardiacos.
Otro estudio realizado con 129 trabajadores de una fábrica de naranja en Brasil reveló concentraciones sanguíneas más bajas de apolipoproteína B, o apo-B, un marcador que refleja el número de partículas portadoras de colesterol relacionadas con el riesgo de sufrir un infarto.
Sin embargo, un análisis más amplio de las concentraciones de grasas en sangre reveló que, aunque los niveles de lipoproteínas de baja densidad (colesterol malo) suelen descender, otras mediciones lipídicas, como los triglicéridos y el HDL no varían significativamente.
En cualquier caso parece que beber jugo de naranja no sólo aporta azúcar; aunque la fruta entera sigue siendo la mejor opción debido a su fibra, un vaso diario de jugo de naranja puro podría tener efectos beneficiosos para la salud que se acumulan con el tiempo.
Estos incluyen aliviar la inflamación, favorecer un flujo sanguíneo más saludable y mejorar varios marcadores sanguíneos relacionados con la salud cardiaca a largo plazo.



